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LOS LÍMITES DEL HUMOR

¿Está bien reírse de sucesos desagradables? ¿Depende del contexto? ¿Existe algún límite para hacer chistes?


(GIF de Berto Romero en Late Motiv de Andreu Buenafuente)

Hay situaciones de conflicto muy conocidas que se desarrollan por las redes sociales. Un chiste poco acertado basta para crear polémica. A lo que surge la siguiente pregunta ¿hacer chistes sobre temas sensibles para algunos es cruel?


El psicólogo Peter McGraw investiga sobre las diferencias entre una broma graciosa y un comentario ofensivo. En sus estudios podemos ver que la máxima ººel humor es igual a la tragedia más tiempo" de Mark Twain se hace realidad con mucha frecuencia. Cualquier situación tensa y complicada para una sociedad o para un grupo determinado de personas puede acabar siendo objetivo de broma si pasa un tiempo determinado o si hay una distancia concreta.


Según Gomá, autor de monólogos dramáticos, con el tiempo la sociedad es más empática, más consciente del dolor ajeno. Pero si esos sucesos todavía son recientes o siguen vigentes toleramos peor la broma. "Cuando esos sectores que han sufrido están todavía en un proceso hacía la normalidad y la igualdad, el humor a costa de ellos parece que es ofensivo puesto que relativiza su causa".


Para entenderlo mejor nos preguntamos ¿para qué utilizamos el humor?


<<El acto de hacer humor o de contar un chiste (...) nos da un descanso mental e incrementa nuestra objetividad ante una situación de estrés desbordante>> concluye la investigadora Lisa Roseberg. En sus estudios, basados en ambientes privados de mucho estrés, como puede ser un puesto de trabajo en urgencias. Hacer chistes negros o macabros sobre los pacientes libera tensión y estrés al que se ven sometidos a diario.


El humor tiene una función de catarsis y autodefensa, como nos indica el guionista José Antonio Pérez autor del blog mimesacojea.com. Explica <<Nos reímos de cosas terribles sin pretender ser crueles. Todos lo hacemos en la intimidad; el problema es cuando alguien lo hace público y la broma es confundida con crueldad>>.


Un ejemplo claro de este mal entendido lo encontramos en Twitter. El pasado mes de enero, la Fiscalía pedía dos años de cárcel para una estudiante de 21 años por poner comentarios contra Carrero Blanco, haciendo bromas sobre el atentado que le costó la vida.

(Capturas de pantalla de los tweets que puso Cassandra Vera en Twitter)

Los límites que marcan determinadas personas conservadoras crean la necesidad de no callar este tipo de situaciones. Esto es lo que les da pie a nuevos humoristas a hacerse un hueco en el mercado. Programas como La vida moderna de la cadena Ser son ejemplos claros. Este programa integrado por David Broncano, Quequé e Ignatius nos demuestran como sobrepasar los límites del humor marcados por la sociedad occidental. Poniendo en cuestión ese periodo de silencio desde que un suceso es grave hasta que se pueden hacer bromas, esa distancia para hacerlas, ser del colectivo que está sufriendo esa discriminación y reírse de ello...



(1º capítulo de la 4º temporada de la Vida Moderna, por la Cadena Ser)

<<Dar con la fórmula para tocar temas peliagudos de una manera natural es un reto>>, comenta Ignatius. <<Tarde o temprano la comedia encuentra la forma de abrirse paso>>.

Webgrafía:

https://elpais.com/cultura/2017/03/03/actualidad/1488545342_604707.html

http://www.vozpopuli.com/altavoz/next/Humor-SeleccionNext-Psicologia-Gullermo_Zapata-Twitter-Chistes-Censuras-Libertad_de_expresion_0_821017929.html

http://www.eljueves.es/temas/limites-del-humor













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